E

l mundo, tal como lo conocíamos, enfrenta desafíos sin precedentes que están transformando la manera en que vivimos y nos relacionamos unos con otros. Tenemos una oportunidad única en la historia de conectar con otros seres humanos en cualquier lugar del mundo. Pero ese cúmulo de posibilidades trae consigo la necesidad de ver, entender y aceptar diferentes puntos de vista, estilos de vida y diversidades culturales. Con eso en mente, el presidente de la Universidad Albizu, doctor Nelson Soto, compartió con Albizu Magazine sus puntos de vista, metas e iniciativas para impulsar un proyecto educativo con una perspectiva global.

Doctor Nelson Soto, Albizu University President

¿Cuáles son los retos de la educación superior dentro de la perspectiva global?

Pienso que la educación global consta de dos fases. En la primera fase, no podemos ignorar la tecnología y no podemos ignorar el rol que juega el contenido, que está disponible para todo el que quiera verlo. Desde perspectivas diferentes, hay contenido correcto y contenido erróneo, adecuadamente evaluado o no, pero todo está ahí, accesible. Y esas perspectivas vienen del mundo, y pienso que eso es algo positivo, porque nos ofrece múltiples visiones acerca de la forma en que se percibe o se piensa una ideología.

El asunto en el que hay que pensar es en el valor de la educación post secundaria en comparación con el contenido que está disponible allá afuera.  Tenemos múltiples actores en el entorno. ¿Quién realmente está calificando la calidad académica del contenido que se divulga? Eso es justamente en lo que tenemos que pensar en este mundo globalizado. ¿Cómo las instituciones van a trabajar en conjunto para maximizar esfuerzos y poder decir que tenemos algo de valor con lo que estamos contribuyendo al mundo?  

¿Por qué es necesario llevar la educación a un plano globalizado?

Hay que reconocer que vivimos en una sociedad global y que nos necesitamos los unos de los otros. El Covid-19 es un ejemplo actual. No se trató solamente de científicos en Estados Unidos. Científicos en Europa, científicos en África, en Asia, y en otros lugares estaban trabajando para tratar de resolver el problema y tratar de encontrar una respuesta para la búsqueda de una vacuna. Todos esos científicos se unieron y por eso es por lo que tenemos que amar la noción del poder de la unión de cerebros alrededor del mundo. Si no fuera por eso todavía estaríamos estancados tratando de encontrar una respuesta a la pregunta del Covid-19. Como académicos tenemos que trabajar juntos porque el mundo ya no es un conjunto de comunidades aisladas. El mundo está abierto. Tenemos el pasaporte al mundo. La educación superior se está convirtiendo en un derecho global, es parte de ser un ciudadano global. Debemos ver cómo no aseguramos de maximizar el potencial de esa oportunidad, y cómo evitamos que figuras que no pertenecen en ese espacio lo penetren. Eso es lo que me preocupa.

¿Está buscando posicionar a la Albizu como una institución representativa de la comunidad hispana en Estados Unidos?

La Universidad Albizu para mí es mucho más que un espacio para educar a la comunidad hispana en Estados Unidos, o estudiantes puertorriqueños en Puerto Rico. La marca Albizu es una marca global, que se cimenta en los valores de nuestro fundador Carlos Albizu Miranda, y su visión siempre fue expandir para asegurar que el tipo de psicología y el tipo de oferta que tenemos en la Albizu no fuera algo aislado para una sola comunidad, si no que fuera algo que se pudiera expandir y ofrecer al mundo. Yo estoy abrazando esa oportunidad para asegurarnos de que, a través de la tecnología, las colaboraciones y memorandos de entendimiento, logremos que la noción de lo que llamamos bienestar, la noción de una sociedad saludable con destrezas emocionales robustas, no esté relegada a un espacio, sino que se promueva a nivel global. La Universidad Albizu es líder en ese campo y queremos asegurarnos de que consolidamos ese liderato no solo en Puerto Rico, sino alrededor del mundo.

¿Qué propone para ampliar el acceso a la educación, a oportunidades de desarrollo para poblaciones socioeconómicamente desventajadas?

La meta es que nos aseguremos de que cuando trabajamos con comunidades o grupos con algún tipo de desventaja, necesitamos entender que también tenemos terapistas y psicólogos y otros profesionales de la salud que son como ellos. Y no me refiero meramente a rasgos físicos, sino a personas que entienden la cultura, el trasfondo. Y eso es lo que la Albizu representa, asegurar que el acercamiento se haga desde una perspectiva de amor. Nuestra meta es demostrar amor asegurándonos de que preparamos individuos que tienen un entendimiento claro y una conexión con lo que están viviendo las personas a las que van a ayudar, para que de esa manera puedan trabajar desde un espacio de amor y ayudarlos a salir adelante.

El acceso a la educación es un asunto, pero hay otro igualmente importante de acceso a los servicios de salud mental para los que se prepara a los estudiantes en la Albizu ¿Cuál es su acercamiento a esto?

Yo me siento extremadamente orgulloso de mi equipo, porque hemos estado trabajando con el gobierno de Estados Unidos y hemos podido obtener más de $6 millones de dólares en los pasados seis meses para hacer justamente eso: expandir la capacidad y el acceso a servicios para comunidades en desventaja. Buscamos crear planes de trabajo para individuos que quieren servir como terapistas y que quieren aportar al campo de la salud mental. La otra pieza en este plan es poder seguir expandiendo las localidades físicas y con servicios de telemedicina en las que las personas puedan tener acceso a servicios de salud mental, no solamente en inglés sino también en español, y no solamente en persona sino en modalidad virtual. Estamos tratando de eliminar todas las barreras para asegurarnos de que llegamos a la raíz de los factores que impiden o dificultan que una persona tenga acceso a servicios de salud mental.

¿Qué destrezas o visión se busca inculcar en los estudiantes para poder salir a servir en un mundo globalizado?

Sin lugar a duda, los estudiantes deben comprender el contenido y la envergadura profesional de la disciplina que han escogido. Pero antes de llegar ahí, deben sentir amor, deben poder ver que lo que van a hacer es un servicio a la humanidad, de humanidad, y con una visión global, que no se limite a las personas semejantes a ellos. Cuando escoges esta profesión, de ayudar a otros, estás haciendo un juramento de amor.

Lo otro que los estudiantes deben entender es que necesitan dedicación. Asistir a las clases, sea de modo presencial o en línea, no es suficiente. ¿Cómo puedes involucrarte y hacerte parte de aquello a lo que quieres contribuir? ¿Cómo puedes ir más allá de lo que se te presenta en el salón de clases? ¿Cómo estás usando la tecnología? ¿Cómo estás usando lo que ofrece el mundo a tu alrededor para entender las diferentes perspectivas de la profesión que escogiste? Y lo próximo es actuar, tomar acción. ¿Estás saliendo allá afuera? ¿Estás aprovechando los internados y las oportunidades de práctica? ¿Estás aprovechando las oportunidades de hacer labor voluntaria para asegurarte de que tengas práctica y que veas lo que pasa allá afuera? En este punto, todavía el estudiante no es un experto, todavía está aprendiendo, y debe tener la gracia y la humildad de querer seguir aprendiendo. Veo que a veces hay individuos que piensan que porque se graduaron ya son expertos en su materia. Hay muchas personas que han estado ahí antes que tú, que han aprendido intentando y cometiendo errores. Debemos aprender de ellos, ya que ellos también quieren aprender de los estudiantes.

Algo que amo de trabajar en la Universidad Albizu es el hecho de que tenemos cuatro generaciones trabajando en una misma institución. Esa es una gran lección, porque tienes de tu lado a las generaciones que crecieron con la tecnología, tienes contigo a la generación que se ha ido adaptando y ha ido conociendo la tecnología, y tienes también a la generación que está dispuesta a aprender, que quiere que aprendamos los unos de los otros. Con esa unión de generaciones que tenemos en la Albizu tenemos una valiosa experiencia de aprendizaje. Y para tener éxito hay que tener una experiencia de aprendizaje valiosa.

El Presidente Soto también compartió sus pensamientos en torno a la crisis humanitaria que se vive en Turquía y Siria.

Se está prestando mucha atención a la desafortunada situación que se vive tras los terremotos que afectaron a Turquía y Siria. Mi pregunta es: ¿cuál es el rol de la comunidad global para apoyar a los afectados en situaciones como estas? Tengo una visión con la que quisiera impulsar el concepto de brigadas, para que respondan siempre que haya una crisis de salud mental, y que puedan responder de manera rápida en Puerto Rico. Queremos fortalecer esa misión de ser agentes de primera respuesta o respuesta rápida, y expandirla, no necesariamente en Estados Unidos, sino en el mundo. Desafortunadamente sabemos que habrá otras situaciones de crisis, y yo vislumbro que la Albizu sea la primera institución llamada para responder. Quiero fijar como una meta tener los recursos para trasladar a estudiantes y miembros de la facultad al lugar de la crisis y ofrecer primeros auxilios psicológicos, porque son necesarios. Quiero asegurarme de que podemos preparar a esos profesionales que ofrecerán primeros auxilios psicológicos en cualquier lugar del mundo. El idioma no será un obstáculo. Se trata de ofrecer ayuda con el corazón y con amor y poder cuidar de nuestros hermanos y hermanas en otros lugares del mundo.



Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here