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pocas semanas de su nombramiento como presidente de la Universidad Albizu y de su mudanza a Puerto Rico, el doctor Nelson Soto comparte con la comunidad su visión de la institución, habla de sus prioridades para la Universidad y cuenta un poco de su trasfondo como puertorriqueño de la diáspora. Aquí reproducimos parte de la entrevista.
¿Cuál considera que debe ser el rol de la universidad en un mundo post pandémico?
Dr. Soto: El doctor Carlos Albizu siempre decía que más allá del saber está el amor. Tenemos que mantener ese amor. En este tiempo de la pandemia sabemos que ha habido mucha crisis, especialmente en el área de salud mental. Yo quiero que en la Albizu, el enfoque sea las áreas de salud mental, continuar preparando esos exalumnos que quieren ser doctores, psicólogos, trabajando en esa área y mantener esa serie de alianzas y entendimiento que necesitamos tener para continuar poniendo la salud mental primero. Que no sea algo de segunda o tercera clase, sino que sea el foco principal de nosotros en esta Universidad.
¿Cómo piensa que se debe mantener y fortalecer el servicio a la comunidad, considerando que es un aspecto tan importante de la misión de la Universidad Albizu?
Dr. Soto: Primeramente, la misión fundamental de nuestra Universidad es precisamente eso, que es para servir a la comunidad. En esta época tenemos que continuar y fortalecer ese servicio. Además, tenemos que aumentar el equipo de personas que va a dar servicio, y para eso es que la Albizu está aquí. Queremos tener esa oportunidad de buscar los alumnos que quieren ser doctores en psicología, o completar su maestría en psicología para ayudar a mejorar la condición de salud mental.
¿Cuál es el reto más importante que enfrentan las universidades en esta década?
Dr. Soto: Sabemos que el costo de estudiar en una universidad todavía es un gran reto. Sí, hay programas federales para ayudar a los estudiantes, pero son solamente para subgraduados. Para ser psicólogo, uno necesita el doctorado, y el costo de ese doctorado puede ser sumamente alto. El estudiante ahora tiene acceso a internet y puede buscar información sobre cualquier contenido que quiera buscar. Pero en estos momentos va a necesitar ese profesor o profesora que le va a enseñar y a demostrar por qué y cómo hacer lo que tiene que hacer para ser psicólogo. Ese va a ser el gran reto de la Universidad: demostrar ese valor.
¿Qué significa para usted venir a Puerto Rico a presidir una Universidad?
Dr. Soto: Yo soy nacido y criado en el estado de Ohio. Si escuchan el español mío lo notarán. Mis papás son boricuas. Son de Yauco. Yo creo que, como dirían aquí, yo hablo el lenguaje americano. Y quiero traer eso a la Isla. ¿Qué quiero decir con eso? Que hay recursos y hay servicios que podemos recibir de los Estados Unidos a los que tenemos acceso aquí en Puerto Rico, y entonces a veces no sabemos cómo manejarlo o cómo traer esos recursos a la isla. Eso para mí es importante. Segundo, siendo hijo de boricuas, aquí es donde yo comencé, donde están mis raíces, ya que aquí es donde mis papás comenzaron, esos valores que ellos nos enseñaron en el estado de Ohio. Es tener la oportunidad de traer mis hijos aquí, para que ellos sean criados acá y sepan lo que es ser boricua, ser criollo y tener esa base para mí es lo más importante, y por eso tomamos esa decisión de venir acá.
Cuéntenos algo que quiera lograr y que todavía está en su bucket list.
Dr. Soto: Personalmente, me gustaría que mis hijos dominen el español, y que no se sientan intimidados con el idioma, como a veces yo me siento. A veces, siento miedo de hablar el español y me quedo callado. Yo quiero que mis hijos sean de esos latinos y latinas que pueden ayudar porque saben dos idiomas, y creo que ellos tienen esa buena base de inglés y español. Estamos en ese proceso, llevamos dos meses aquí, y ellos están ya poco a poco soltando la lengua. Profesionalmente quiero que Albizu sea un nombre reconocido, no solo en la isla y en Florida, sino en cualquier parte del mundo, como que la Albizu es un lugar al que tienes que ir si quieres ser psicólogo. Yo admiro a los boricuas que salen de la isla para mejorar la vida en el mundo, porque en cualquier lado del mundo siempre hay un boricua. También tengo ese deseo de muchos de los boricuas que se quedan acá. Porque hay una gran necesidad de 3 millones de personas aquí en la isla. Necesitamos esos profesionales para que cuando terminen su carrera se queden aquí para ayudar a nuestra gente.
