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an pasado dos años desde que el doctor Nelson Soto llegó al Viejo San Juan con la encomienda de guiar a la Universidad Albizu hacia el futuro. En el proceso, el presidente ha transformado su vida también. El doctor Soto llegó a la Puerto Rico en septiembre de 2022, y nunca olvida que se mudó justo en momentos en que Puerto Rico enfrentaba la amenaza, el embate y las secuelas del huracán Fiona. Tal como entonces, mantiene presente la visión que guió la fundación de la institución que preside.

«queremos desarrollar más alianzas»

“La Universidad Albizu es una institución en la que todos nos esforzamos para ser los mejores y con eso en mente nos motivamos continuamente. No hay nada más significativo para alguien como yo, que nací y me crié en Estados Unidos, hijo de puertorriqueños, que tener la oportunidad de venir y aportar desde aquí al progreso de la isla. Es el regalo más valioso que he recibido en mi vida”, explicó.

Cuando se le pregunta sobre los proyectos más trascendentales que ha impulsado en la universidad, habla entusiasmado, pero no conforme, de todos los planes que se han puesto en marcha.  “Hay que hacer más. Hay que ir más allá del posicionamiento de la Universidad Albizu como institución líder en Puerto Rico en el campo de salud mental. El doctor Carlos Albizu tenía esta maravillosa idea del legado que quería dejar, para asegurar que se ofrecieran servicios desde una perspectiva multicultural con la que los individuos pudieran ser quienes son y recibir el tratamiento de calidad que necesitan. Pensando en eso, queremos desarrollar más alianzas como la que logramos asegurar con la República Dominicana. Esta colaboración que hemos acordado con el hermano país constituye la primera vez que la Albizu recibe fondos de otra institución para educar a sus estudiantes y ciudadanos y para nosotros es un gran privilegio y una gran manera de honrar ese legado que impulsaba nuestro fundador. Por virtud de esa alianza tenemos un grupo de estudiantes completando grados de maestría (en línea y de manera presencial) con el auspicio del gobierno dominicano. El país está invirtiendo en el área de autismo y neurociencia para asegurar que sus maestros tengan preparación de calidad en ciencias de la conducta.”

«tenemos mucho que ofrecerles»

El presidente explica que han diversificado esfuerzos para allegar fondos y formalizar otras alianzas para servir a la población en Puerto Rico. “Estamos trabajando con entidades como la Fundación Francisco Carvajal, que apoyó la creación de El Vagón. Esta es una instalación médica móvil ubicada en el área donde se encuentra Casa Albizu. Es desafortunado pensar que necesitemos tener ese tipo de espacio, pero el mismo provee un ambiente seguro para realizar evaluaciones médicas y psicológicas a menores que han sido víctimas de abuso o maltrato. Tenemos una doctora destacada en el centro para brindar ese servicio, de manera que los niños no tengan que exponerse al ambiente de un hospital o de ley y orden. Se les protege de ambientes que puedan revictimizar a los niños. Queremos replicar y multiplicar ese tipo de proyecto dentro y fuera de Puerto Rico.”

Precisamente, para seguir impulsando su visión global, el doctor Soto acaba de ser nombrado miembro del Consejo de Presidentes de la Asociación de Juntas Directivas de Universidades y Colegios (Association of Governing Boards of Universities and Colleges o AGB, por sus siglas en inglés). El consejo asigna roles de liderazgo a sus miembros para aprovechar su experiencia, perspectivas e ideas a favor del desarrollo de la institución, diseñada para fortalecer la gobernanza de los consejos en la educación superior.

El doctor Soto ve en esta oportunidad otra manera de fomentar el cambio, y encarnar la filosofía de Albizu sobre la educación multicultural. Esto ocurre en momentos en que la universidad registra, por primera vez en varios años, un aumento en el número de estudiantes matriculados, en una coyuntura en que las instituciones educativas en la isla enfrentan los desafíos que representa la reducción poblacional.  “Estamos conscientes de que muchas familias y jóvenes que se han ido de Puerto Rico, por lo que hemos unido voluntades con diferentes programas de becas estudiantiles y fundaciones que están ávidas de invertir en el futuro de nuestros estudiantes. Como parte del proceso, buscamos fomentar que permanezcan en la isla. También estamos buscando atraer estudiantes de otras partes. Tenemos mucho que ofrecerles a estudiantes de Estados Unidos y el extranjero: un lugar con un clima agradable todo el año, con costos menores a los de las universidades en Estados Unidos continentales, pero que sigue siendo parte de los Estados Unidos, con una tradición latina y bicultural. Es una oportunidad para el estudiante de ser un ciudadano del mundo y vivir la diversidad de las Américas. Por eso, seguimos buscando activamente sumar estudiantes para nuestros programas presenciales y para nuestra oferta de educación en línea, asegurándonos también que dichos programas estén debidamente acreditados.”

«queremos que todos entiendan la inteligencia artificial como una herramienta»

Aun con la satisfacción que produce ver que la universidad se está fortaleciendo, el presidente quiere enfocarse en los retos que trae consigo ese crecimiento. “En la medida en que estamos creciendo necesitamos más espacio. Estamos siendo creativos, incluso compartiendo espacios con vecinos del Viejo San Juan como la Escuela de Artes Plásticas y usando salones del edificio de la Presidencia. Pero la Universidad Albizu es más que eso y por eso estamos buscando activamente más espacio para crecer y expandirnos”, explica el presidente. 

El doctor Soto busca también transformar la visión educativa para integrar un enfoque empresarial en la preparación de profesionales de la salud mental. “Queremos dar apoyo a nuestros estudiantes una vez completan sus grados académicos con incubadoras de negocio para que desarrollen sus clínicas, y para eso contemplamos desarrollar alianzas con otras entidades. Queremos seguir uniendo esfuerzos con instituciones educativas u organizaciones con una visión similar.”

La visión del presidente también toma en cuenta los avances en la tecnología. “Estamos educando a todo los miembros de nuestra facultad en el conocimiento y uso de herramientas de inteligencia artificial. Queremos que todos entiendan la inteligencia artificial como una herramienta para enriquecer la experiencia educativa, en lugar de verla como el enemigo. Para eso tenemos que aprender a usarla para ser más eficientes, de manera que tengamos más tiempo para la interacción humana. Estamos en proceso de emitir certificaciones en uso de inteligencia artificial, y haremos lo propio con programas de becas estudiantiles. Además formulamos un protocolo institucional para regular el uso de inteligencia artificial, porque lo que no queremos es que los estudiantes, por ejemplo, malentiendan que pueden usar este tipo de herramientas para diseñar un plan de tratamiento, sin ningún análisis. Así que nos estamos asegurando de que haya un componente de formación ética y criterios que guíen el uso de este tipo de tecnología.”

Desde los grados académicos, la matrícula, operaciones y alianzas hasta los asuntos de instalación física y desafíos de la tecnología moderna, el liderato de la universidad ve todos los frentes desde una perspectiva. La misión es guiar la evolución de la Albizu como una institución de educación global que responda a las necesidades compartidas de un mundo extraordinariamente diverso. “Podemos hacer más para que dondequiera que haya necesidad de ayuda en salud mental, de terapia del habla, de estudios de la conducta humana, dondequiera que haya un alma que necesite apoyo para su bienestar, la bandera de la Albizu esté ahí para responder.” 

«es un gran privilegio»

Y mientras traza la ruta de desarrollo para la universidad en su evolución, el doctor Soto ha ido descubriendo también una nueva vida en Puerto Rico junto a su familia. “Dedico parte de mi tiempo a ser papá y esposo, a llevar a mis hijos a sus prácticas de volibol y a hacer trabajo voluntario con la iglesia de mi comunidad. Cuido de mis padres, porque es parte del rol que asumimos en esta etapa de sus vidas. También disfruto de paseos sin ruta definida estoy tratando de volver a sacar tiempo para el autocuidado y para eso en ocasiones camino por el Viejo San Juan, que para mí es un entorno con una magia especial.”

Tiene todavía múltiples metas por cumplir, retos que vencer y planes para poner en marcha, pero matizados ahora por las vivencias de los últimos dos años, cuando trasladó su vida entera al lugar del que desde pequeño escuchó hablar a sus padres. El presidente afirma, con una amplia sonrisa en el rostro, que no hay un día que no se sienta agradecido de la oportunidad de servir a Puerto Rico desde la Universidad. “Cada día me levanto pensando en lo afortunado que soy de poder hacer algo que disfruto inmensamente. Es un gran privilegio que recibo con mucha humildad. Y reconozco que he recibido una oportunidad muy valiosa y que por eso tengo que asegurar que lo retribuyo con mi mejor esfuerzo cada momento de cada día que esté aquí.”

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