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a Universidad Albizu se encuentra en un prometedor proceso de transición. Como institución entiende la importancia de su rol en un mundo que se adapta a la vida después de una crisis mundial, mientras se observan de cerca otros sucesos que están marcando el curso de la historia. La Universidad está aplicando todo lo aprendido en el mundo entero con la pandemia y buscando formas innovadoras de educar profesionales y servir a la ciudadanía. Ese proceso transicional lo dirigen mujeres. Llevan años trabajando para convertir a la Albizu en la institución que es hoy día. Pero en este momento en que se renueva el liderato de la Universidad, son figuras clave para que la institución enfrente los desafíos de los tiempos y dé pasos de avance para lograr sus próximas metas.

Dra. Berta Ríos, presidenta interina de la Universidad Albizu

La doctora Berta Ríos ha sido por años un apoyo fundamental para el crecimiento de la Universidad Albizu. Mientras se inicia el proceso para nombrar una presidenta o presidente en propiedad, la doctora Ríos asume el reto de dirigir las riendas de una institución que ve asomarse la vida post pandemia y un conflicto militar con repercusiones globales.

“Las transiciones son muy importantes. No son un detente y mi misión ahora es asegurarme que haya continuidad en proyectos claves y que se comiencen proyectos que son necesarios”, explica la doctora Ríos acerca de su encomienda como presidenta interina de la Universidad Albizu.

«Estamos desarrollando este nuevo plan, que guiará la universidad hacia el futuro, construyendo en lo que somos, una Albizu resiliente.»

Las prioridades están claras. La doctora Ríos se ha propuesto seguir impulsando proyectos de académicos y de ayuda directa a la comunidad “porque son parte de nuestra misión institucional y del llamado que une a todos los que integramos la Albizu.” También está buscando propiciar la colaboración estrecha entre los recintos de San Juan, Miami y el Centro Universitario de Mayagüez, “de manera que trabajen en conjunto y al unísono. Es uno de los compromisos que hicimos con la Middle State Comission como parte del proceso de acreditación y es una forma de robustecer la oferta académica y la relación con los grupos a los que servimos. Queremos presentar una universidad, que sirve desde distintos frentes, en lugar de tener tres centros de estudio.”

La Albizu también está inmersa en otro proceso determinante para su evolución: el desarrollo del plan estratégico que establecerá las metas puntuales para los próximos años. Al respecto dice la doctora: “Estamos desarrollando este nuevo plan, que guiará la universidad hacia el futuro, construyendo en lo que somos, una Albizu resiliente.”

Como académica, como mujer y como profesional, su enfoque es unificar, atendiendo y entendiendo la diversidad, porque es parte de su experiencia de vida. La doctora Ríos es nacida y criada en Río Piedras, pero vivió y trabajó en distintas áreas de Estados Unidos tales como los estados de Nueva York, Massachusetts, Carolina del Norte, Florida y el Distrito de Colombia donde experimentó muchas de las situaciones que enfrentan los grupos de minoría. Eso le ha dado una perspectiva multicultural que guía su visión de lo que debe ser la Universidad. Pero más allá del género, la doctora Ríos procura que sea su trabajo el que hable.  “A mí me han inspirado mujeres y hombres a lo largo de mi vida. Si la labor en la presidencia de la universidad sirve de ejemplo a otras personas, quiero que lo sea para mujeres y hombres por igual.”

Teresa Bolívar, presidenta de la Junta de Síndicos de la Universidad Albizu

La Universidad Albizu tiene a otra mujer de respetable calibre llevando sus riendas. Teresa Bolívar lleva 9 años en la Junta de Síndicos de la Institución, y recientemente pasó a presidir dicho organismo. Para ella, la encomienda llega en una ocasión propicia. “Es un momento clave para respaldar a la Universidad ahora que se busca una nueva presidenta o presidente en propiedad. Y es un momento de crítica importancia para la labor que hace la Albizu, cuando hay tanta necesidad de profesionales de la salud mental dedicados que sirvan a nuestras comunidades”, explica.

Bolívar tiene a su haber una experiencia profesional de décadas en ventas y mercadeo, y dirige ahora proyectos estratégicos en una compañía de bienes para el hogar con una sólida trayectoria. Quiere guiar el crecimiento de la Universidad fundamentándose en sus fortalezas. Cónsono con su visión y su trayectoria, su enfoque está puesto en varios asuntos particulares.

“La meta de la Albizu que perseguimos es cumplir nuestro plan estratégico y seguir mejorando los niveles de aprobación en exámenes de licencia profesional, que es un área en la que hemos visto ya grandes avances. También queremos atraer más estudiantes y futuros profesionales a nuestros recintos y poder ofrecer más programas académicos en formato online. Para eso hemos sumado al equipo profesionales que nos ayudarán a fortalecer el área de informática y la obtención de fondos externos.”

«Es fundamental retener a nuestro talento, a nuestra facultad y estudiantes.»

La presidenta de la Junta de Síndicos también quiere seguir dando a conocer a la institución en Estados Unidos. “En Puerto Rico al decir la Albizu ya se sabe que estás hablando de la Universidad más reconocida en la Isla en la formación de profesionales de salud mental. Queremos proyectar esa identidad más allá de Puerto Rico, especialmente en el estado de la Florida.” Para lograr todo eso, Bolívar cuenta con la Albizu. “Estoy feliz de tener el honor de trabajar con un grupo de síndicos, facultad y administración de primera, y quiero que sientan que tienen todo el respaldo que necesitan para llevar la universidad adonde la queremos llevar.”

¿Qué ha inspirado a esta líder a lo largo de su vida? “Mi madre”, dice sin titubear, “que salió de Cuba a los 18 años sin saber que no podría regresar nunca a su país”. A fuerza de necesidad se adaptó a una nueva vida, crio a sus tres hijos y dos hermanas, y luego estudió, se graduó e hizo una carrera como maestra. “Me enseñó lo que es disciplina y el valor del trabajo”, relata orgullosa.

Pero el aprendizaje muchas veces cuesta sufrimiento y sacrificios. Por eso le preocupa algo particular de las circunstancias que vive el mundo. “Vivimos un momento en que la salud mental es ahora más importante que nunca, con una pandemia y una guerra que traen tanta incertidumbre. En esta coyuntura es fundamental retener a nuestro talento, a nuestra facultad y estudiantes. Muchos de ellos están enfrentando dificultades que los pueden llevar a dejar los estudios. Queremos que sigan siendo parte de la Albizu y se sumen a la misión de la institución.”

La doctora Ríos tiene una similar preocupación. “Pasamos de una crisis mundial a otra crisis mundial. Estamos viendo y viviendo en vivo el sufrimiento y destrucción de una guerra y me preocupa el impacto que eso tendrá en la salud mental. Pero es esperanzador ver cómo hemos reaccionado al conflicto. Se ha despertado un movimiento de sensibilidad y empatía desde otros países, desde instituciones como la Universidad Albizu, y de personas particulares que trasciende el conflicto bélico y político. Y esa reacción global me da esperanza.”

A través de la Universidad, ambas están haciendo su parte para que entendamos y podamos enfrentar las nuevas realidades del mundo en que vivimos.

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