E
n tiempos donde la comunicación en línea y el trabajo remoto son parte de la nueva norma, el presidente de la Universidad Albizu, doctor Nelson Soto, está convencido de que estar físicamente presente es una parte esencial de su rol. “Es una de las cosas que he aprendido”, dice el doctor Soto, “que hay momentos en que tengo que estar presente.” Un año después de asumir el cargo, el presidente habló con Albizu Magazine sobre sus metas y logros durante su primer año en la Universidad Albizu. La conversación tuvo lugar el primer día del nuevo semestre, y el doctor Soto estuvo en el recinto de San Juan a las 7:30 a.m. para abrir las puertas y dar la bienvenida a los estudiantes y miembros de la facultad.
“Hay momentos en que tengo que estar presente.”
En los últimos doce meses, había estado trabajando con el equipo de la universidad en lo que considera uno de los objetivos principales de la universidad: desarrollar y fortalecer alianzas con otras instituciones para ampliar el conocimiento y los servicios que la Albizu puede ofrecer. “Me doy cuenta de lo afortunado que soy de ser parte de una comunidad que da tanto al mundo. Cuando nuestro fundador, el doctor Carlos Albizu Miranda, creó esto tuvo que asegurarse de mostrar amor brindando servicios adecuados, y me enorgullece decir que, en 2023, todavía lo estamos haciendo, tal vez un poco diferente, pero aún fiel a su misión fundadora”, dijo el doctor Soto.
“Me doy cuenta de lo afortunado que soy de ser parte de una comunidad que da tanto al mundo.”
Durante el último año, el presidente se mudó a Puerto Rico por primera vez con su familia, tuvo su primera experiencia lidiando con una emergencia de huracán e inició una nueva etapa como líder de la institución. El año pasado se dio cuenta viviendo en la isla que Puerto Rico es bastante pequeño, y mucha gente se conoce entre sí. Sobre la universidad, se ha centrado en proyectos que reflejan lo que quiere que la Albizu sea conocida por, que están muy cerca de su corazón. “Uno de mis proyectos prioritarios es agregar recursos y ampliar los servicios en Casa Albizu para abogar por las necesidades de los niños. Hemos estado recibiendo fondos externos, apoyo médico y pediatras que se enfocan en el abuso y el trauma, para que los niños no tengan que ir al hospital, y que puedan ser tratados en Casa Albizu, lo cual es un gran paso para este proyecto”.
El doctor Soto también ha estado enfocando esfuerzos en el área oeste de la isla. “Sabemos que hay una necesidad de servicios de terapia del habla, y estamos recibiendo donaciones para tener sitios para pruebas y diagnósticos en Mayagüez. Esa es, nuevamente, nuestra forma de demostrar amor y apoyo a través de los servicios, y nuestros estudiantes están siendo adiestrados en el proceso, pero lo están haciendo desde una perspectiva de amor y compasión”. Pero la Universidad Albizu también está buscando difundir ese amor más allá de Puerto Rico. “Queremos llegar no solo a otras partes de Puerto Rico, sino también a América Latina, y para eso, hemos firmado acuerdos como el que tenemos con República Dominicana”. En ese entendimiento, la Universidad Albizu estará ayudando a profesionales de ley y orden en diferentes aspectos del desarrollo humano donde existe un interés común, y hay planes para trabajar en acuerdos similares con otros países e instituciones. Para mencionar algunos, la universidad se ha asociado con el Seminario Evangélico de Puerto Rico para proporcionar servicios de salud mental a los estudiantes, y una asociación similar con Texas Women’s College está actualmente en proceso. La Universidad Albizu también está trabajando para apoyar a los tribunales especializados en temas de drogas y género con consejería de salud mental como parte de un acuerdo de colaboración con el Tribunal Supremo de Puerto Rico. Esta prometedora iniciativa hace que el presidente Soto mantenga sus esperanzas.
“Queremos llegar no solo a otras partes de Puerto Rico, sino también a América Latina…”
El doctor Soto admite que ha habido desafíos en el camino durante su primer año. Las limitaciones de espacio podrían ser las más grandes. “Necesitamos más espacio para proporcionar más servicios, especialmente en el recinto de San Juan”, dice. “Podríamos hacer mucho más, y necesitamos educar y capacitar a más profesionales, por lo que ahora estamos buscando obtener más espacio, teniendo conversaciones para reutilizar espacios existentes en el área para hacer eso”.
Sin embargo, hay otros desafíos que no solo Albizu sino todas las instituciones de educación superior enfrentan ahora. El presidente Soto ha reflexionado sobre las nuevas posibilidades que surgen de la inteligencia artificial para usarla para la educación en salud mental de manera eficiente. “Cualquiera podría buscar algo en Google y tener cualquier tipo de contenido disponible. Podría hacer que te preguntes por qué incluso gastar tiempo y dinero en una carrera. Pero herramientas como Chat GPT solo pueden decirte una parte. Y queremos usarlas para desarrollar cursos y prácticas que preparen a los estudiantes para trabajar en diferentes escenarios y con diferentes personas. Nuestro fundador dijo que más allá del saber, está el amor, y nuestra filosofía es que necesitas el saber para poder difundir el amor. La inteligencia artificial puede ser de gran ayuda para practicar diversos escenarios de trabajo”.
El doctor Soto, presidente de la Universidad Albizu, también fue elegido recientemente para unirse a “Presidents for Latino Students Success”. La organización está compuesta por presidentes y vicepresidentes de colegios y universidades que establecen tendencias. Estos líderes educativos han unido fuerzas para asegurar el éxito de los estudiantes latinos en la educación superior. Apenas unas semanas antes, el Departamento de Educación de los Estados Unidos otorgó $6.9 millones en subvenciones a la Universidad Albizu para financiar dos proyectos para capacitar a futuros profesionales en ciencias del comportamiento y otras disciplinas. Esto creará oportunidades para la exploración de carreras de salud mental y ofrecerá becas para estudios de posgrado y certificaciones profesionales. El objetivo es llegar a más personas, dijo el doctor Soto. El presidente está convencido de que la facultad, el personal y los estudiantes comparten ese compromiso. Pero también quiere asegurarse de que entiendan y amen su propósito, por lo que estar allí y conectarse con las personas es muy importante para él.
“El primer día del semestre, mi objetivo era asegurarme de estar allí. Cuando abrí las puertas, noté a tres estudiantes que parecían perdidos, y los ayudé. Pero uno no tuvo su primera clase hasta tres horas después. Lo llevé conmigo, tomamos café y hablamos. Quería que entendiera por qué está aquí”. Todos están ahí para llegar a las personas desde un espacio del saber y el amor.
