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odo el tiempo nos decimos, “saludos, cuídate”, “qué estés bien”, “cuídate mucho”. Pero no siempre pensamos en lo que cuidarse como persona significa. Y es que, en esencia, cuidarse a sí mismo en un instinto que tenemos los seres humanos, igual que lo tienen todos los seres vivos. De manera más o menos consciente nos cuidamos para preservar la vida. Ahora bien, en nuestros tiempos se habla de autocuidado como un concepto más amplio, en el que procuramos adoptar prácticas y estilos de vida que ayuden a preservar la salud y la integridad física, y también el bienestar emocional y la salud mental. La doctora Arlene Vélez-Galán, especialista en salud mental y directora del Programa de Bachillerato Interdisciplinario de la Universidad Albizu, explica en qué consiste el autocuidado y por qué es particularmente importante para las mujeres hacerlo parte de su forma de vida.

¿Qué significa autocuidado?

El autocuidado es cuidarse a uno mismo para lograr bienestar y sentirnos plenos. Si nos imaginamos por un momento que somos árboles, los aspectos de bienestar serían las raíces que nos nutren. Hay 6 raíces de bienestar que debemos cultivar con autocuidado. Estas son: salud intelectual, salud social, salud emocional, salud financiera, salud física, y salud espiritual. Practicar autocuidado es prestar atención a todos los aspectos que contribuyen a nuestro bienestar. Es poder identificar qué está fuera de balance y qué podemos hacer para recobrar ese balance. Es importante tener en cuenta que lo que da bienestar a una persona no necesariamente le trae bienestar a otra. Por esto, debemos ver el autocuidado como una gestión personal, y no como una solución “one size fits all”.

 ¿Por qué adoptar un plan para cuidarnos es tan importante para las mujeres?

Adoptar un plan de autocuidado es importante para que las mujeres puedan hacer espacio para sí mismas. Las mujeres balanceamos múltiples roles y responsabilidades. En el caso de muchas mujeres proveedoras, jefas de familia, encontrar tiempo para ellas mismas puede resultar difícil, lo cual podría generar un sentido de quemazón y desgaste.  Adoptar un plan de autocuidado proactivamente y no esperar a hacerlo de manera reactiva, ayuda a estar preparadas para enfrentar momentos difíciles y sobrellevar, de forma efectiva los estresores que surgen naturalmente en la vida cotidiana.

¿De qué manera cuidarnos en el sentido integral y emocional ayuda a manejar los desórdenes emocionales?

Cuidarnos de manera holística, atendiendo cada aspecto de nuestro bienestar nos ayuda a reconocer los signos que pueden indicar que nuestra salud emocional está comprometida. Por ejemplo, para aquellas personas que sufren de ansiedad, el auto cuidado puede detectar las señales tempranas que indican que el estrés está dejando de ser productivo. Permite ayudar a manejar los síntomas incómodos y nos ayuda a permanecer en el presente. Autocuidarnos es identificar cuáles son nuestros límites y saber reconocer cuándo nuestras emociones son difíciles de regular.

¿Cómo se empieza a establecer un plan de autocuidado?

Un ejercicio simple que podemos hacer para establecer un plan de autocuidado es hacer una lista o inventario de aquello que nos ayuda en momentos de crisis. Si recordamos las seis raíces de bienestar, podemos ver qué actividades nos ayudan a nutrir cada raíz, y ver a cuáles de estas raíces no le estamos dedicando tanto tiempo. Por ejemplo, si nuestra salud social se está viendo afectada por las tareas del diario vivir y el trabajo, podemos buscar tiempo para conectar intencionalmente con aquellas personas que nos ayudan a sentirnos mejor.

¿Qué técnicas sencillas de autocuidado podemos poner en práctica de inmediato?

A veces pensamos que el autocuidado requiere de planes elaborados y costosos, como por ejemplo ir a un spa o pagar por un masaje. La realidad es que para el autocuidado no es necesario gastar mucho dinero. Una forma básica de autocuidado es darse un baño caliente. También lo es hablar con alguien de nuestra confianza, ya sea un familiar, amigo, o profesional de la salud. O caminar al aire libre, ejercitarnos, escribir en un diario, conectar con la religión o espiritualidad, ya sea por medio de la oración o la meditación. Si el hogar está desorganizado, ayuda también sacar tiempo para organizar y crear espacios que se sientan agradables.

Pero es sumamente importante ser autocompasivos y practicar flexibilidad, porque a veces el autocuidado conlleva dejarnos sentir emociones difíciles. Nuestras emociones no están ahí simplemente para reprimirlas, es necesario observarlas, honrarlas y entender por qué estamos reaccionando de cierta manera.

Y si te trazaste una práctica de autocuidado y no la seguiste, es bueno pausar y reflexionar acerca de qué impidió que lo completaras. ¿Se debió a falta de motivación, interés, energía? Quizás alguien más lo recomendó, pero no funciona para ti. Lo bueno de las actividades de autocuidado es que no tienen que ser una prescripción fija, son actividades que podemos moldear a nuestro gusto. ¿No tienes tiempo para meditar por 30 minutos? Entonces medita por solo un minuto o dos. Cierra los ojos, conecta contigo, sonríe y veras los efectos instantáneos en tu ánimo.

Es decir, que en lugar de pensar que no tenemos tiempo para dedicarnos a nosotros mismos, autocuidarse debe ser visto como una inversión de tiempo para ser más efectivos en el manejo del tiempo y las emociones. ¿Por qué?

Todos en algún momento hemos sentido que no tenemos tiempo para nosotros. Pero eso tiene mucho que ver con la manera en que interpretamos lo que es autocuidado. Las recomendaciones sencillas de autocuidado son actividades que requieren poco tiempo. Y a veces pasa que por miedo a decir que no a personas en nuestro entorno, terminamos comprometiendo nuestro tiempo y sacrificando aspectos importantes de nuestro bienestar. Recordemos que decir “no” es una oración completa. Es nuestro derecho como seres humanos buscar nuestro balance y poder discernir de lo que nos trae bien y lo que no.

El autocuidado debe ser parte integral de nuestros días. Lo recomendable es tener un plan de autocuidado que incluya acciones concretas a tomar en caso de una crisis o evento difícil en nuestras vidas. Nos ayudará a manejar nuestro tiempo y emociones de manera que estas no nos manejen a nosotros. Es importante también reconocer cuando debemos buscar ayuda de un profesional. Puede ocurrir que las actividades de autocuidado que practicamos no están siendo efectivas y que haga falta apoyo adicional para manejar los factores que nos ocasionan estrés.

Como se señaló al principio, cuidarnos nos nace del instinto, de la naturaleza humana. Pero las realidades de los tiempos ahora hacen necesario que reaprendamos a cuidarnos, y que hagamos el compromiso de cuidarnos para propiciar una vida más productiva y plena.

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