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as dificultades para tragar, conocidas en el ámbito médico como disfagia, son un problema común y en aumento entre personas de todas las edades. Esta condición puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de un individuo, incluyendo su capacidad para comer, beber y comunicarse de manera efectiva. En este artículo, analizaremos más de cerca esta creciente preocupación y por qué la capacitación en patología del habla y el lenguaje es fundamental para abordarla.

Dr. Alberto Avilés Muñoz DHSc, CCC-SLP, patólogo médico del habla y el lenguaje y professor de la Universidad Albizu, Centro Universitario de Mayagüez.

Síntomas de la disfagia

La disfagia puede presentarse de varias maneras y puede ser difícil de diagnosticar. Algunos síntomas comunes de la disfagia incluyen:

  • Dificultad para tragar líquidos o sólidos
  • Atragantamiento o tos durante las comidas
  • Dolor al tragar
  • Babeo
  • Ronquera o cambio en la calidad de la voz
  • Una sensación de comida “pegada” en la garganta
  • Regurgitación o expulsión de alimentos después de tragar

Riesgos y causas de la disfagia

La disfagia puede ser el resultado de una variedad de condiciones médicas subyacentes o tratamientos, que incluyen:

  • Afecciones neurológicas como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple o un derrame cerebral
  • Cáncer de cabeza y cuello
  • GERD (enfermedad por reflujo gastroesofágico)
  • Procedimientos quirúrgicos que involucren la boca o la garganta
  • Radioterapia en la cabeza y el cuello

Además, ciertas poblaciones corren un mayor riesgo de desarrollar disfagia, incluyendo los ancianos, las personas con discapacidades del desarrollo y aquellas con antecedentes de lesiones en la cabeza y el cuello.

Tipos de disfagia

La disfagia se puede clasificar en dos tipos principales: disfagia orofaríngea y disfagia esofágica. La disfagia orofaríngea se refiere a las dificultades en las etapas oral y faríngea de la deglución, en las que los alimentos se mastican, se mezclan con saliva y luego se trasladan a la parte posterior de la garganta para tragarlos. Este tipo de disfagia a menudo es causado por afecciones neurológicas y puede provocar asfixia, tos y regurgitación durante las comidas. La disfagia esofágica, por otro lado, se refiere a las dificultades en las contracciones musculares del esófago que ayudan a mover los alimentos desde la garganta hasta el estómago. Este tipo de disfagia generalmente es causado por problemas con los músculos o el esófago mismo, como estenosis, formaciones de anillos o daño en los nervios.

Tratamiento para la disfagia

El tratamiento para la disfagia variará según la causa subyacente y el tipo de disfagia. En muchos casos, puede ser necesario un enfoque multidisciplinario, que incluya un patólogo del habla y el lenguaje, un médico, una enfermera, un nutricionista o un terapeuta ocupacional (entre otros) para controlar la afección de manera efectiva.

Un patólogo del habla y el lenguaje puede proporcionar ejercicios y estrategias para mejorar la deglución, como modificar la textura y consistencia de los alimentos y líquidos, cambiar la posición de la cabeza durante las comidas y practicar ejercicios de deglución para rehabilitar al paciente. En algunos casos, un patólogo del habla y el lenguaje también puede realizar una evaluación instrumental de la deglución durante la evaluación. La evaluación instrumental puede incluir estudios radiológicos con bario modificado o una evaluación de la deglución con fibra endoscópica (FEES). El estudio de deglución de bario modificado implica el uso de un material de contraste (bario) para resaltar las estructuras de la boca y la garganta con un equipo de videofluoroscopia (radiología) durante la deglución. Estos estudios pueden ayudar a identificar áreas de dificultad en el proceso de deglución y orientar las recomendaciones de tratamiento.

El papel del personal clínico en el manejo de la disfagia

El patólogo del habla y el lenguaje jugará un papel crucial para ayudar a las personas con disfagia a recuperar su capacidad para comer, beber y comunicarse de manera efectiva. Además de trabajar con las personas para mejorar su deglución, también será responsable de educarlas a ellas y a sus familias sobre la afección y cómo manejarla. Esto puede incluir brindar recomendaciones para modificar la textura y la consistencia de los alimentos y líquidos, así como también enseñar técnicas para mejorar la seguridad y eficiencia general del proceso de deglución.

Formación en patología del habla y disfagia

Convertirse en patólogo del habla y el lenguaje requiere una base sólida en anatomía, fisiología y ciencias de la comunicación. Además, deberá tener un conocimiento profundo de las causas, los tipos y los tratamientos de la disfagia, así como las habilidades necesarias para evaluar y tratar a las personas con esta afección.

El Programa de Graduado en Patología del Habla y Lenguaje de la Universidad Albizu incluye cursos en las áreas de deglución normal y desordenada, anatomía y fisiología del habla y el mecanismo de deglución, y la evaluación y tratamiento de los trastornos de la deglución. Los estudiantes del programa también tendrán la oportunidad de trabajar con personas con disfagia en un entorno clínico, lo que le permitirá adquirir experiencia práctica en el trabajo con esta población.

En conclusión, la disfagia es una preocupación creciente en la rama de patología del habla y el lenguaje, y requiere capacitación especializada y experiencia para manejarla de manera efectiva. Para los futuros profesionales de patología del habla y el lenguaje es esencial comprender los conceptos básicos de esta afección, sus síntomas, causas, tipos, tratamientos y el papel clínico en su manejo. Con la capacitación y la experiencia adecuada, el profesional de la patología del habla y lenguaje puede tener un impacto significativo en la vida de las personas con disfagia y ayudarlas a recuperar su capacidad para comer, beber y comunicarse de manera efectiva.

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